"Kamala Harris, víctima de racismo y misoginia en su camino político" | EL PAÍS US
"Recientemente, los periodistas se cuestionan qué responderán sus superiores si son excesivamente críticos con alguna persona cercana a Trump. (...) ¿Se resentirán con ellos, inquietos por la manera en que esos medios podrán subsistir en un panorama empresarial bajo el nuevo presidente? El inconveniente de la prensa tradicional radica en que ya no existe una distinción clara entre los reporteros y quienes gestionan el negocio". Don Lemon, exlocutor de CNN.
Los medios corporativos blancos están dando en Estados Unidos todas las demás razones para justificar la derrota de Kamala Harris, excepto las reales: perdió porque es negra y porque es mujer. No fue por su torpeza al responder a un odioso anuncio sobre derechos de los trans, ni por la desconexión de los demócratas con la clase trabajadora blanca (de hecho, los hogares sindicalistas la votaron, y Joe Biden fue el primer presidente de la historia en visitar un piquete). Ni siquiera por su negativa a que Joe Rogan la entrevistara.
Cuando las milicias neonazis de Trump se manifiestan, no portan carteles que se quejan del precio de los huevos, sino que llevan esvásticas y símbolos del poder blanco. Pese a lo cual, las tertulias televisivas estadounidenses han dedicado horas y horas de antena a hablar de la ligera deserción del voto negro, el 87% del cual apoyó a la vicepresidenta.